Sintomas de glandulas perianales obturadas

El otro día una de mis hembras empezó a comportarse de una forma muy rara. Permanecía tumbada con las orejas agachadas, jadeando con toda la lengua fuera, el rabo bajo entra las patas y temblando.

Lo primero que pensé era que se trataba de una hipoglucemia (una bajada de azúcar), así que la di agua con azúcar. No mejoraba. Después pensé que era una eclansia (bajada de calcio), de modo que la di un poco de yogur.

La perra seguía en las misma condiciones, así que decidí llamar a uno de los mejores criadores que conozco, Jesús Montero, y le consulte por si conocía los síntomas. Rápidamente los reconoció y me dijo que la vaciara las perianales que las tenía obturadas.

La puse un poco de agua caliente en el culete para que se "ablandaran" un poco las perianales, y tras un par de apretones salío toda la mucosa que las obturaba.

A los diez minutos la perra estaba perfectamente.

Los síntomas que yo conocía son los clásicos de arrastra el ano por el suelo, llantos, miedo e incluso agresividad.

Las glandulas perianales se sitúan a ambos lado del ano y fabrican una sustancia de desagradable olor que el perro libera al defecar cuando contrae el ano. Esas glandulas pueden llegar a atascarse dando lugar a esas raras "posturitas".

Es conveniente vaciar las perianales, o por lo menos controlarlas durante los baños de nuestros pequeños.

Otro sintoma que ha sufrido uno de mis perros es diarreas,  pienso que es por el dolor que les produce defecara cuando tienen las glandulas perianales llenas, se aguantan todo lo que pueden u al final se descomponen.